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Mercurio, un planeta que nunca existió, y un enigma que solo Einstein pudo descifrar…

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La ciencia estaba verdaderamente desconcertada allá por el siglo XIX. ¿Newton se había equivocado? Observaciones de la órbita de Mercurio a través de muchos años demostraron que su perihelio, esto es su punto más cercano al Sol, gira 43" de arco “más” por siglo de lo predicho por la mecánica clásica de Newton. Esta pequeña en apariencia, pero grosera discrepancia debido a la escala involucrada, llevó a un astrónomo Francés muy importante de la época, Urbain Le Verrier, a pensar que existía un planeta aún más cerca del Sol al cual llamó Vulcano, y que era él quien perturbaba la órbita de Mercurio. El mundo científico apuntó sus telescopios en una épica búsqueda por ver quién lograba avistarlo primero. ¿A quién correspondería la gracia del alado mensajero con tan fantástica noticia?
Alejandro Fau | Mercurio, un planeta que nunca existió, y un enigma que solo Einstein pudo descifrar…

Albert EinsteinRecordemos que el astrónomo y matemático francés es el descubridor de Neptuno, él fue quien calculó su posición a partir de las perturbaciones observables en la órbita de Urano, un tipo bastante avispado… Pues bien, ahora se sabe que Vulcano no existe y que Le Verrier estaba equivocado… pues la explicación correcta del juguetón comportamiento que exhibe el perihelio de Mercurio, se encuentra demostrado en el desarrollo planteado por la Teoría General de la Relatividad propuesta por Don Albert Einstein. Solo había que pensar de otra manera.  Pero en fin, a Mercurio le encantan los enigmas y misterios, el corre-ve-y-dile, y el transitar por todos, absolutamente todos los caminos, un tipo… geminianamente vivaz y divertido.

perihelio de mercurioNadie puede arrogarse para sí el descubrimiento de Mercurio, pretender saber quién fue su descubridor es como querer saber quién descubrió La Luna. Siempre estuvo ahí, visible… pero no por ello fácilmente observable. Está muy cerca del Sol, y por ello debemos de proveernos de “filtros” para poder observarlo, Mercurio es… pues depende el cristal con qué se mire… Seguramente al neptuniano de Le Verrier el enigma mercuriano le disparó una vieja fórmula exitosa y planteó que la causa de su “saltimbanquísmo” sería, y con lógica justicia, un habitante del mismísimo Infierno en llamas, y ahí nomás decretó: Vulcano. “Nunca abandones una fórmula de éxito”, dice un cocinero amigo mío, y nunca le pone lo mismo a la ensalada…

En su “observación” desde la tierra, los datos más precisos provienen de los llamados Radiotelescopios, no de la observación óptica, ya como si en su mostrarse a sí mismo quisiera el pequeño dios de los alados pies, comunicarnos algo de su inherente energía. También tenemos muchas mediciones de Radar, por supuesto… que nos brindaron “radio fotos”, unas espantosas imágenes en blanco y negro similares a cualquier ecografía normal e igual de confusas… Es paradójico, un algo tan cercano, y un conocimiento tan mediatizado. El aspecto real de su superficie fue un enigma para nosotros hasta que la sonda Mariner X nos envió las primeras fotos decentes. Messenger, que es la sonda de la misión en curso para su estudio, hace poco envió imágenes de alta definición de su superficie, y también infrarrojas, y nos proveerá, cuando regrese a su encuentro, de un completo mapeo de su superficie, la que analizará la ya próxima sonda a despegar, una misión de la Agencia Espacial Europea (ESA): Bepi-Columbo.

Pese a esto que digo, las primeras observaciones de Mercurio registradas datan del tercer milenio antes de Cristo, y fueron efectuadas por los sumerios. Los no tan antiguos Babilonios (2000 al 500 AC) hicieron muchas más, sobre ese pequeño planeta que ellos nombraron Nabu o Nebu… y ¿saben qué? Ése era el mismo nombre que también daban a su propio dios mensajero, un pequeñín veloz y alado, ingenioso e intrigante.

Los astrónomos griegos compartían el espíritu y las cualidades del avispado dios, pero tenían sus propias ideas al respecto del objeto, o de los objetos mejor dicho, pues durante mucho tiempo ellos sostuvieron que no era uno, sino dos… y habiendo llamado Apolo a aquel que podía verse solo en las mañanas y Hermes al que solo era visible al anochecer, contaban de ellos que se encontraban en lados opuestos del Sol, y que desde la superficie de cualquiera de ellos no podría verse al otro pues lo eclipsaría el Gran Astro. Su tan lógica teoría decía también, que estos cuerpos seguían sus propios caminos separados el uno del otro por el cielo, no tenían la misma órbita, pese a lo cual tenían destino de no encontrarse jamás, aún estando a la aparente misma distancia del Sol, pues sus recorridos eran sincronizados… debieron esperar hasta una mente como la del genial Pitágoras, capaz de “calcularles” la idea de que se trataba solo de uno, como él mismo propuso, transformándose así en el Newton de su época revolucionándolo todo... Mercurio y Matemáticas, tanto en lo Astronómico como en lo Astrológico, están profundamente ligados. El planteo de los incontables enigmas del que nos ha provisto este planeta, ha impulsado el desarrollo de la matemática a muy altos niveles de complejidad. De hecho, la palabra Matemáticas define en su etimología una cualidad netamente mercuriana, pues significa: Todo aquello que puede conocerse.

Cartografía de Mercurio 1800Nuestra curiosidad nos ha impulsado desde siempre a conocer sobre su superficie. En el año 1800 Giovanni Schiaparelli presentó la primer Cartografía de Mercurio basada en observaciones ópticas realizadas con los medianos telescopios que por aquella época existían, ésta abarcaba poco más del 2% de la superficie. Hubo que esperar a Enero de 1896 a que Perceval Lowell presentara la suya, que no era mucho mayor, aunque sí, mucho más precisa. Había comenzado la era de los Grandes telescopios y podíamos ver mucho mejor, aunque no mucho más... Ni aún hoy, con nuestros más poderosos telescopios espaciales podrìamos ver mucho más, ni aún con otros mayores que alguna vez construyamos. Lo paradójico de ésto es que lo que se nos oculta, no es velado por las tinieblas de una profunda oscuridad, sino por una intensísima y cegadora luz, la luz del Sol. 

estatuaEn la mitología romana, Mercurio (en latín Mercurius) era un importante dios del comercio, hijo de Júpiter y de Maia Maiestas. Su nombre está relacionado con la palabra latina merx (‘mercancía’). Apenas nacido roba el ganado de su hermano Apolo y lo esconde en una cueva. Aburrido mientras estaba en la entrada cuidando del botín, inventa la Lira con un caparazón de tortuga que encuentra por ahí. El sonido hace que Apolo (quien es dios de la música) descubra el escondite y lo acuse, pero es perdonado y obsequia la Lira a su hermano, y éste le obsequia a su vez con el famoso caduceo. En sus formas más primitivas parece haber estado relacionado con la deidad etrusca Turms, pero la mayoría de sus características y mitología fue tomada prestada del dios griego análogo Hermes. Mercurio no aparecía entre los numena di indigetes de la primitiva religión romana. Más bien subsumió a los antiguos Dei Lucri cuando la religión romana fue sincretizada con la griega durante la época de la república romana, sobre principios del siglo III a.C. Desde el principio, Mercurio tuvo esencialmente los mismos aspectos que Hermes, vistiendo las “talarias” (un tipo de sandalias sujetas con cintas) y el “pétaso” (un tipo de casquete) alados y llevando el caduceo, una vara de heraldo con dos serpientes entrelazadas que Apolo le regaló. A menudo iba acompañado de un gallo, el heraldo del nuevo día, una cabra o cordero simbolizando la fertilidad, y una tortuga en alusión a la legendaria invención de Mercurio de la lira a partir de su caparazón.

Debido a que Mercurio no fue una de las deidades primitivas que sobrevivieron a la monarquía romana, no tenía asignado un flamen (sacerdote), pero sí tenía una importante fiesta el 15 de mayo, la Mercuralia. Durante la misma, los mercaderes rociaban agua de su pozo sagrado, emplazado cerca de la “Porta Capena” en Roma, sobre sus cabezas con el fin de hacer ese año negocios afortunados. Pese a carecer de sacerdotes dedicados, Mercurio tenía variedad de pequeños templos en muchos lugares e imágenes suyas en cada cruce de caminos a modo de mojón. Su templo mayor estaba emplazado en el Circus Máximus, situado a medio camino entre el Aventino y el Palatino, en donde habitaban plebeyos y patricios respectivamente, y podían mezclarse allí sin pudor ni prejuicio, en la mayor y más perfecta pista de carreras del mundo antiguo.  En las regiones celtas Mercurio fue representado a veces con tres cabezas o caras, y en Tongeren (Bélgica) se ha hallado una estatuilla de Mercurio con tres falos, sobresaliendo los dos adicionales de su cabeza en lugar de su nariz, lo que probablemente se deba a que el número tres se consideraba mágico, lo que hacía de tales estatuas hechizos de buena suerte y fertilidad. Los romanos también hicieron popular el uso de pequeñas estatuas de Mercurio, probablemente adoptando la antigua tradición griega de las hermas (pequeños nichos que se dejaban en las paredes de las casas con el fin de emplazar pequeños altares), o de su representación fálica, las que eran colocadas sobre el dintel a la entrada de las casas para propiciar la fertilidad y la buena fortuna.

OrbitaDurante mucho tiempo pensamos que el pequeño Mercurio poseía un período de rotación igual que el de traslación, que es de 88 días, análogo al de la Luna y presentando de éste modo la misma cara al Sol siempre. Sin embargo, en 1965 se mandaron pulsos de radar hacia Mercurio, con lo cual quedó al fin definitivamente demostrado que su periodo de rotación era de 58,7 días, lo cual es 2/3 de su periodo de traslación. Esto es un fenómeno que se llama Resonancia de Giro Orbital, y que contribuye a que el planeta no vuelva a pasar por la misma órbita mostrando la misma cara durante enormes períodos de tiempo. Pese a eso, Mercurio exhibe fases como la luna. La órbita de Mercurio forma un ovillo en torno al Sol y cada año allí, en tiempo mercuriano, dura un día y medio. ¿Pero de dónde salió Mercurio? ¿De dónde vino o cómo se formó en ese preciso lugar? ¿De qué está hecho para no calcinarse? Mercurio tiene un contenido de hierro más alto que cualquier otro planeta principal en nuestro sistema solar, y el núcleo relativo a la masa planetaria más grande, y se han propuesto varias teorías para explicar esto.

Internal StructureLa primera teoría, que es la más extensamente aceptada entre los científicos, es que Mercurio al principio tenía una proporción de silicato metálico (condrito) similar a los meteoritos corrientes (se piensa que es el material rocoso más típico del sistema solar) y una masa aproximadamente 2,25 veces su masa actual. Sin embargo, en los comienzos del sistema solar, Mercurio fue golpeado por un planetesimal de aproximadamente 1/6 de su masa. El impacto habría quitado la mayor parte de la corteza original y su manto, dejando al núcleo como el componente principal de toda la estructura interna. Se cree que la creación de la Luna tuvo un proceso similar.

Según la segunda teoría, Mercurio podría haberse formado de la nebulosa planetaria originaria de nuestro sistema solar antes de que la energía del Sol se estabilizara. El planeta en un principio habría tenido dos veces su masa actual. Pero como el protosol se contrajo, las temperaturas cerca de Mercurio podrían ser tan altas que la mayor parte de la roca superficial de Mercurio se habría vaporizado, formando una atmósfera de vapor de roca, que posteriormente el viento solar se encargaría de disipar en el espacio.

Una tercera teoría propone que la nebulosa planetaria causó la resistencia física sobre las partículas del disco de acrecimiento de Mercurio, lo cual hizo que numerosas partículas de materia ligera de dicho disco se perdieran. Cada una de estas teorías predice una composición superficial diferente, y dos misiones espaciales, MESSENGER y BepiColombo, tienen como objetivo tomar observaciones para contrastar su veracidad. 

MagnetósferaOtro síntoma curioso que presenta nuestro pequeño amigo, quién ostenta el honor de ser oficialmente el planeta más pequeño del Sistema Solar, es su temperatura. Mientras que durante el pleno día la temperatura sube hasta los 430º C., por la noche ésta desciende hasta los -185º C. bajo cero. Debido a su pequeño tamaño no le es posible retener una atmósfera muy densa como para hablar de meteorología, pero datos aportados recientemente por la sonda Messenger nos hablan de una tenue pero persistente atmósfera. Tan leve que los átomos de los gases que la componen, difícilmente podrían chocar entre sí. La mayoría de éstos gases son arrastrados al espacio debido las fuerzas que ejerce sobre la atmósfera el viento solar. Se ha medido una estela de Sodio (similar a la cola de un cometa) que se proyecta unos 40.000 Km. en el espacio por el lado opuesto al Sol acompañando su magnetosfera.

 

Características orbitales

Dist. media del Sol0,387 UA
Radio medio57.894.376 km
Excentricidad  0,20563069
Período orbital (sideral)87d 23,23h
Período orbital (sinódico)115,88 días
Velocidad orbital media 47,8725 km/s
Inclinación7,004°
Número de satélites0
Características físicas  
Diámetro ecuatorial 4.879,4 km
Área superficial 7,5 × 107 km2
Masa3,302×1023 kg
Densidad media5,43 g/cm3
Gravedad superficial3,7 m/s2
Período de rotación 58d 15,5088h
Inclinación axial 
Albedo0,10-0,12
Velocidad de escape4,25 km/s
Temp. media superf.: Día623 K
Temp. media superf.: Noche103 K
Temperatura superficial mín.    media   máx.
90 K   440 K 700 K 
Características atmosféricas  
Presión atmosféricavestigios (un cien milésimo de la terrestre)
Potasio   31,7% 
Sodio24,9%
Oxígeno atómico  9,5% 
Argón7,0%
Helio  5,9%
Oxígeno molecular5,6%
Nitrógeno 5,2%
Dióxido de carbono 3,6% 
Agua 3,4% 
Hidrógeno  3,2% 

Sabemos mucho sobre el pequeño astro, nuestras misiones de exploración nos brindarán más datos aún sobre él ampliando nuestra comprensión sobre el movimiento y formación de los planetas rocosos en los Sistemas Solares. Pero por cada respuesta que Mercurio nos aporta, una avalancha de nuevos enigmas se nos plantean.

1 Comentarios

Fabricio (1.Ago.2010 @ 17:02 gmt) dijo,
Estuve buscando informacion de los planetas Mercurio y Venus y me encontre con este articulo como otros , que descriven a Mercuio con rarezas en sus caracteristicas y me puse a penar algo no encontrado por mi por lo menos en internet , si Mercurio en realidad no es un planeta sino que ha sido capturado por la fuerza de gravedad del sol a cumplir un movimiento diferente al que tuvo alguna vez. Tal vez no es un planeta sino el satelite de algun planeta cercano como Venus que tiene un movimiento diferenciado de los demas planetas. Algun acontecimiento como un choque podria explicar lo que pienso , si se imagina que tal vez el planeta Venus ha sido en algun momento semejante a la Tierra no solamente en el tamaño sino en que tenia un satelite y que por esto presentaba mucha similitud al lugar donde existios.