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Lucy en el Cielo con Diamantes

Lucy en el Cielo con Diamantes
Durante años han registrado ondas tenues que emanan de sistemas estelares en la Vía Láctea. Estas ondas, denominadas Emisión Anómala de Microondas (AME, por sus siglas en inglés), proceden de varias regiones del espacio, pero jamás se había explicado cuál es su fuente. Luego de años de especulaciones, un equipo de investigadores liderado por Jane Greaves, de la Escuela de Física y Astronomía de la Universidad de Cardiff, en Gales (Reino Unido), finalmente asegura tener la respuesta.

Otra estrella anómala en el Universo

Otra estrella anómala en el Universo
Se trata de un magnetar a unos 16.300 años luz de la Tierra que no se comporta como debería

Indagando en las Causas de la Anómala Duración del Anterior Ciclo Solar

Indagando en las Causas de la Anómala Duración del Anterior Ciclo Solar
Un nuevo análisis del inusualmente largo ciclo solar que terminó en el 2008 sugiere que una de las razones de tan inusitada duración podría ser un estiramiento de la "cinta transportadora" del Sol, una corriente de plasma que circula entre el ecuador y los polos de este astro

Planeta Con Orbita Retrógrada en Otro Sistema Solar

Planeta Con Orbita Retrógrada en Otro Sistema Solar
Un equipo de científicos ha encontrado un nuevo planeta con una órbita anómala alrededor de su estrella. El planeta, llamado WASP-17, orbita una estrella a mil años-luz de distancia, y fue descubierto por el proyecto WASP en colaboración con el Observatorio de Ginebra. El descubrimiento proporciona nuevos y reveladores conocimientos sobre cómo se forman y evolucionan los sistemas planetarios.

La Orbita Anómala de un Planeta de Otro Sistema Solar

La Orbita Anómala de un Planeta de Otro Sistema Solar
Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto un planeta de otro sistema solar cuya órbita está muy desviada del plano ecuatorial de su estrella, un hallazgo que contradice algunas teorías sobre cómo se forman los sistemas planetarios.

NASA, secretos en Marte

NASA, secretos en Marte
El pasado jueves, al anunciar a bombo y platillo que la Phoenix había «tocado» agua en Marte, la NASA se guardó un as en la manga. Un descubrimiento lo suficientemente importante como para alertar de inmediato a la Casa Blanca. Y lo suficientemente delicado como para mantenerlo, por el momento, fuera del alcance de los periodistas. Una actitud de secretismo decididamente anómala en una misión que se había caracterizado hasta ahora por una absoluta transparencia informativa, incluso a la hora de airear problemas técnicos y de funcionamiento de los diferentes instrumentos de la nave.