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Ondas Gravitacionales: Nobel de Física 2017

Ondas Gravitacionales: Nobel de Física 2017
El galardón ha recaído en tres físicos, Rainer Weiss, Bary C. Barish y Kip S. Thorne, por su “decisiva contribución al detector LIGO y la observación de las ondas gravitacionales”, anunció la Real Academia Sueca de las Ciencias.

“Esto es algo completamente nuevo y diferente, ha abierto mundos nunca vistos”, dijo la Real Academia de las Ciencias Sueca en un comunicado sobre el descubrimiento que ha sido reconocido con el Nobel de Física y que tendrá un premio de 9 millones de coronas suecas. ”Una riqueza de descubrimientos espera a aquellos que consigan capturar las ondas e interpretar su mensaje”, añadió el jurado.

Einstein, una vez más, tenía razón. Las ondas gravitacionales, cuya existencia predijo hace cien años, han sido observadas por primera vez con los dos detectores del experimento LIGO, ambos instalados en Estados Unidos. El equipo científico que las ha identificado ha conseguido ubicar el origen de las ondas en la violenta fusión de dos agujeros negros ocurrida a 1.300 millones de años luz de distancia del sistema solar.

“Hemos detectado ondas gravitacionales. Lo hemos conseguido”, anunciaba hace año y medio David Reitze, director ejecutivo del consorcio LIGO en una rueda de prensa que fue seguida por streaming desde 90.000 ordenadores en todo el mundo. Los investigadores calcularon que, de los dos agujeros negros, uno tenía una masa equivalente a 29 soles y el otro a 36.

En la fusión, nació un nuevo agujero negro aún mayor. Pero no llegaba a las 65 masas solares sino sólo a 62. La masa restante, equivalente a tres soles, se convirtió en energía y se disipó en ondas gravitatorias. “Fue una tormenta muy violenta y muy breve. Durante 20 milisegundos emitió más energía que todas las estrellas del Universo juntas”, declaró en su día Kip Thorne, investigador del Instituto de Tecnología de California y cofundador del experimento LIGO y uno de los galardonados con el Nobel de Física.

 

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Toda una revolución

El descubrimiento supone “el inicio de una nueva era en la astronomía”, afirmaba Alicia Sintes, astrofísica de la Universitat de les Illes Balears y coautora de la investigación. El estudio del Universo se ha basado históricamente en ondas electromagnéticas –como la luz de estrellas próximas y la radiación infrarroja de galaxias lejanas-. Acceder a las ondas gravitacionales permitirá observar aspectos de los cosmos hasta ahora desconocidos –en particular, permitirá escrutar qué ocurrió en la primera fracción de segundo después del big bang.

El de Física es el segundo galardón anunciado del grupo de premios Nobel de este año y llega después de que los estadounidenses Jeffrey Hall, Michael Rosbash y Michael Young ganasen el Premio Nobel de Fisiología o Medicina el lunes. (Información de Niklas Pollard, Simon Johnson, Helena Soderpalm, Anna Ringstrom, Daniel Dickson y Johannes Hellstrom. Traducción de Carla Raffin).

La Fundación Nobel ha elevado este año la dotación económica de los premios a 9 millones de coronas suecas (934.000 euros), un millón más que el año pasado. La cuantía se había reducido de 10 a 8 millones de euros en el 2011 durante la Gran Recesión. “El premio Nobel representa la ciencia, el humanismo y la cooperación internacional. En un momento en que el conocimiento y los hechos se cuestionan, estos valores son más importantes que nunca”, declaró Carl-Henrik Heldin, presidente de la Fundación Nobel, al anunciar el aumento de la dotación económica de los premios.

La Real Academia Sueca de Ciencias, con sede en Estocolmo, decide cada año a quién concede el premio de Física a partir de propuestas recibidas de la comunidad científica de todo el mundo. El premio se otorga a un máximo de tres investigadores. Desde que se empezó a conceder el premio en 1901, lo han ganado 203 personas, de las que sólo dos son mujeres.

Ninguna mujer ha recibido el galardón en el último medio siglo. La última que lo ganó fue Maria Goeppert-Mayer en 1963 por proponer el modelo de capas del núcleo de los átomos. Anteriormente lo había ganado Marie Curie en 1903 por sus investigaciones sobre la radioactividad.

El año pasado compartieron el premio los británicos David Thouless, Duncan Haldane y Michael Kosterlitz por investigaciones que abrieron la vía a comprender y manipular propiedades exóticas de la materia, como la superconductividad y la superfluidez.

 

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