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Astrología y Cosmología: Crónicas de la Trenza del Tiempo 3.

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“En el inicio fue un punto de luz salido del negro Caos. Y como la luz fue ya no hubo un Caos, sino las cuatro direcciones del Mundo en tan solo un instante. Así fue como junto con la luz el espíritu fue y fue el despertar del Dios, el principio de los tiempos, cuando el Tiempo comenzó a ser. Antes de esto no había el Tiempo”. Así comienza la Crónica del Mundo, un escrito cuneiforme sumerio del que se ha perdido la mayor parte y del que se desconoce su autor, y que se supone data al menos del siglo XXII A.C. Mucho tiempo en verdad, y es que desde hace mucho tiempo que el hombre lucha por demostrar fehacientemente el cómo fue que comenzó todo, el “¿de dónde venimos?” que tanto nos atormenta, sin quedarse tan solo en una cuestión de fe. Es una cuestión que no solo ha desvelado a sabios y pensadores de la talla de Aristóteles, Isaac Newton, Albert Einstein o Roger Penrose, sino al hombre común de todos los tiempos. Hoy en día se plantean teorías de lo más diversas sobre el Universo, su comienzo, composición y sobre las leyes que lo rigen. La mayoría de ellas comienza de igual modo, pues nadie sabe en verdad cómo fue que comenzó todo, pero parece ser que las cosas comienzan siempre con un estallido.
Alejandro Fau | Astrología y Cosmología: Crónicas de la Trenza del Tiempo 3.

El Big Bang es solo el despertar a la conciencia de nuestro Dios Universo.”

J. Krishnamurti.

 

El comienzo de Todo fue siempre una preocupación del hombre. A partir del desarrollo de las diferentes ideas sobre ello fue que nacieron las distintas Religiones del mundo primeramente, y las diferentes teorías científicas luego, hasta llegar a nuestros días en donde las encontramos, a la Ciencia y la Religión, irremediablemente enfrentadas. Este enfrentamiento, a veces bastante salvaje, creo yo que es producto de solo una cuestión de intereses y palabras. La religión desde un inicio intentó explicar estas cuestiones basándose en historias mitológicas a falta de una demostración empírica y un lenguaje apropiado fácilmente comprensible, y las perpetuó luego variando sus formas y personajes volviéndola más y más oscura al entendimiento humano con el fin de mantenerse en el poder, pues con ello había conseguido erigirse por encima de los otros sabiéndose propietaria de una verdad inobjetable. La Ciencia comenzó a cuestionar estos dogmas de fe demostrando aquí y allá algunas cosas atribuidas al capricho divino como cuestiones meramente naturales, y comenzó a generar mayor confianza entre las gentes racionales que aquellos viejos vendedores de espejismos de colores. El error que cometió la Ciencia, a ojos vista, es el de abandonar conceptos y dinámicas planteadas por las arcaicas religiones del hombre tratando de diferenciarse completamente del oscurantismo en que estas terminaron cayendo debido a una cuestión de terrenales intereses. Hoy en día vemos como los senderos apartados que ha seguido la investigación científica, conducen al mismo discurso de aquellas a las que se vio enfrentado, demostrando así la verdad de las palabras atribuidas al tan mentado Hermes Trimegisto en su Tabula Esmeraldina: “Para la comprensión del Todo, has de primero separarlo para luego volver a unirlo.”

saberLa Astrología, madre tanto de la Religión como de la Ciencia, tiene mucho que decir al respecto. Solo que hasta ahora no hubo quien quisiera escucharla. Como lenguaje simbólico que es, nunca fue debidamente interpretado por la Ciencia la que consideró a la Astrología como una Religión a la que debía oponerse por principio, la que fue también rechazada violentamente por la Religión, ya que vio en ella a la Ciencia que podía dejar al descubierto su propio engaño ante los hombres. Ambas, Ciencia y Religión, unieron sus esfuerzos a lo largo de los siglos para desprestigiarla, rechazarla y combatirla por muy diferentes razones, y quizá sea éste el único punto que las hermana a ambas a lo largo de toda la historia. Actualmente los avances en las diferentes ciencias, no solo las llamadas duras o exactas, han provisto a los hombres de un lenguaje comprensible desde el cual abordar ideas, conceptos y dinámicas presentes en el saber astrológico desde hace milenios. Esta es quizá la principal razón de la incipiente apertura que existe en las personas de todo origen a considerarla nuevamente como válida y digna de atención. No solo por los aspectos psicológicos que ha contribuido a develar, sino también el de los aspectos biológicos y físicos a la que puede aplicarse. Veamos pues, a modo de ejemplo simple, qué tiene que decirnos la Astrología sobre el mundo Físico en el que vivimos. Haciendo un paralelismo con lo más avanzado de las Teorías sobre el origen, composición y leyes que rigen a nuestro Universo según la Ciencia Actual, expondremos conceptos que son tan válidos para ella como para los estudiantes de la astrología que recién se inician, conceptos que, hasta hace no mucho tiempo, pertenecían a lo que se denominaba como Saber Oculto.

multidimensionLa Astrología nos informa que vivimos en un mundo pluridimensional, en concreto en un Universo compuesto de doce (12) dimensiones. Esto mismo es sostenido por las diferentes Teorías denominadas como de Cuerdas, o Supercuerdas, que se manejan en la actualidad en la Física Teórica, por lo que no constituiría ninguna novedad a ellas salvo el pequeño detalle de que la astrología existe desde hace muchos miles de años en tanto que éstas y sus conclusiones datan de tan solo poco más que un par de décadas. Quizá lo más complejo de explicar en términos físicos actuales sea la presencia de un elemento fundamental en la existencia del Universo y que denominamos, a falta de un apelativo mejor, como Consciencia. Ya a principios del siglo pasado, me refiero con ello al Siglo XX, la determinante de que el observador y sus particulares elecciones fueran fundamentales en la obtención de tan inesperados resultados en los diferentes experimentos científicos de la física de partículas que dio origen a la llamada Mecánica Cuántica, dejó a la ciencia en estado de perplejidad. A partir de ello comenzaron discusiones sin fin sobre la validez o no de las diferentes técnicas empleadas, de la fiabilidad moral de los científicos, y de si debían o no incorporarse conceptos que hasta ese momento eran propiedad exclusiva de la filosofía. Afortunadamente, a partir de allí comenzaron los científicos a especular sobre el origen de la conciencia de un modo más o menos serio. ¿Sería ésta un elemento externo a la materia capaz de condicionarla, o solo un producto de la interacción de las fuerzas físicas entre sí? O visto de otro modo ¿La Conciencia es producto de la actividad fisicoquímica del cerebro y emerge de éste, o es una “fuerza” externa que produce en el cerebro dicha actividad? Estas cuestiones le quitan el sueño actualmente a personas de la talla de Gerald Edelman, neurofisiólogo y Premio Nobel de Medicina en 1972, y del fisicomatemático Roger Penrose, catedrático de la Universidad de Oxford y uno de los más eminentes hombres de la ciencia actual, entre otros.

ascensionProbablemente el lenguaje de la física o el de la matemática sea tan incomprensible a la mayoría de las personas interesadas en la Astrología, como lo es el mismo lenguaje astrológico para un físico o un matemático. No es mi propósito el enseñar física o matemáticas a los astrólogos, ya que si éstos están interesados en estos temas pueden concurrir a infinidad de sitios muy idóneos en estas cuestiones para aprender e informarse, sino el de presentar tal vez a los físicos y matemáticos el lenguaje de la astrología como un medio válido para ayudarlos a comprender aquellas cuestiones de difícil solución, si es que son solo encaradas desde la estrecha mira de sus respectivas áreas. No quiero con ello plantear la Astrología como una Ciencia en el sentido en que la ciencia se describe a sí misma, ya que no la es, pero sí dejar bien en claro que tampoco es una Religión o una mera Superstición Pagana. Que exista un algo que esté más allá de la Lógica tal como la conocemos, no implica que este algo no pueda describir la realidad de un modo cierto y a la vez práctico y funcional. Considero que el pensamiento humano está lo suficientemente maduro para liberarse de tales prejuicios, aunque el accionar de la sociedad en su conjunto y sus especialistas, al menos externamente, nos de a entender lo contrario. Del mismo modo me tiene sin cuidado lo que pueda decir la Religión al respecto, ya que prefiero como interlocutor válido a la ciencia, que siempre se ha preocupado por develar los secretos, ampliar el conocimiento y hacerlo público y accesible para todos, y no a la religión de cualquier orden que siempre ha procurado disminuirlo, ocultarlo y restringirlo allí donde éste se encuentre para explotarlo en su exclusivo beneficio. El conocimiento es poder, y cuanto más libre y accesible sea, mejor será para todos. Trataré por tanto, y quizá aún utilizando lenguajes tan complejos como el astrológico o el fisicomatemático, y el común y conocido español, dar una visión de las cosas de un modo lo suficientemente simple para que tanto iniciados como profanos comprendan de qué estamos hablando.

multidimensionalComo dije anteriormente la astrología nos dice que vivimos en un mundo compuesto por doce dimensiones (12-D), pero solo siete de ellas (7-D) son enteramente accesibles a la Consciencia Humana, y que las cinco restantes, si bien pueden ser intuidas y comprendidas por ésta, están por encima de las posibilidades individuales del Ser. La evolución de la conciencia media actual (aplicado a todo aquello que consideremos como vivo o inerte) se circunscribiría a solo cuatro de ellas. Las tres que definen el Espacio Euclidiano (3-D) y la que denominaremos como Temporal-1 que posibilita la existencia de éste y es inherente al mismo (4-D). Esta cuatridimensionalidad espacio-temporal está presente desde el mismísimo origen de todo de un modo enteramente manifiesto en el Universo y en ella actúan e interactúan todos los seres y las cosas. Las otras ocho restantes se encuentran implicadas y deben ser expuestas mediante la acción consciente, pues no son manifiestamente obvias para todos. Para utilizar terminología psicológica, diremos que éstas yacen ocultas en el inconsciente del Universo. La Auto-Consciencia constituye una quinta dimensión (5-D), que denominaremos como Temporal-2, y que nos define a nosotros como seres individuales, siendo por la volición (consciente o inconsciente) posibilitadora de sincronizarse con cualquier otra entidad coexistente tanto en ella misma como con las otras. Se me hace totalmente innecesario ahora abordar las siguientes para evitar generar confusiones en el lector debido al poco espacio del que dispongo aquí para explicarme debidamente. Pero diremos, al menos vagamente, que las dos siguientes se corresponderían con lo que llamaré dimensiones emocional (6-D) y espiritual (7-D), y que completarían lo que puede ser enteramente concebido desde la Consciencia Humana, y que llamaré en su conjunto como Alma individual. Quizá en otra parte, un libro de texto tal vez, pueda explayarme más e incluso insertar algunas ecuaciones fisicomatemáticas, que son tan caras al pensamiento científico, para explicarme de un modo más vasto y claro, pero creo que con esto ya es suficiente para trazar los contornos de lo que quiero mostrar al respecto del Hombre.

 

decadimensionDecíamos, en el inicio, que todo comienza con un estallido. Para la Religión fue la invocación de la Luz. Para la Ciencia la explosión primaria, el Big Bang. Para la Astrología clásica, Aries. Muchos estudiantes que recién se inician en el estudio de la Astrología no llegan a comprender la importancia de la secuencia que presentan los tres primeros signos astrológicos (Aries-Tauro-Géminis), por considerarlos demasiado abstractos, en la manifestación del cuarto (Cáncer) en donde aparentemente se inicia todo de un modo más coherente para la consciencia. Llegan a suponer, incluso, que podría iniciarse en Cáncer la secuencia zodiacal sin que se modificara en nada sustancial su despliegue. Esto es tan erróneo como suponer que podríamos dar existencia a un cuerpo en el espacio (3-D) sin concebir primero la existencia del punto (1-D) o de la línea (2-D). Esto es, sin dudas, producto de que recién en el momento de la manifestación de la totalidad que corresponde al signo de Cáncer es que aparece la Temporalidad (4-D), y recién a partir de allí nuestra mente puede comenzar a operar (consciente o inconscientemente) y a concebir cualquier cosa. Antes de Cáncer el Tiempo no existe, y podemos deducir, a partir de ello que esta primera cuaternidad (que se corresponde astrológicamente con la primera secuencia elemental -Fuego, Tierra, Aire, Agua-) es necesaria para que cualquier cosa sea; y que esta manifestación es en sí misma simultánea y no secuencial. Las siguientes instancias energéticas, en apariencia repetitivas desde el punto de vista de los elementos, sí se dan de un modo secuencial posibilitadas por la existencia de un espacio-tiempo en el que desplegarse. Producto de esta repetición en la secuencialidad es la aparición de la instancia que astrológicamente denominamos Leo -Auto-consciencia- (5-D), que anteriormente definí como una diferenciación en la temporalidad. No quisiera complicar demasiado las cosas a iniciados y profanos, sobre todo por no tener el espacio suficiente para desarrollar esta idea aquí y deberán confiar en mi palabra en que esto es así, pero esto implica que los físicos nunca encontrarán aquello que denominan provisionalmente como “gravitón” (partícula de Gravedad) y que tan desesperadamente buscan, ya que ésta es simplemente una función (matemáticamente hablando) del Tiempo intrínseco de la Masa (o sea, la velocidad de la energía que le da su cualidad material a la cosa)

otra-dimensionHasta aquí lo expuesto, es accesible para cualquier estudiante básico inicial de Astrología que haya cursado la escuela media común y que tenga una noción aunque sea superficial de la física actual, y constituye solo un pantallazo de lo que puede brindar la comprensión de la Astrología a la hora de orientar en la investigación fisicomatemática actual a cualquier científico que se ponga en ello seriamente. Desde hace ya más un siglo que existe la política dentro de las consideradas escuelas esotéricas de acercar y exponer a la luz el conocimiento varias veces milenario del que son depositarias. Cierto es que no siempre se han expresado en un lenguaje claro sus intenciones, y que la mayoría de las veces sus propuestas suenan a la de espíritus exaltados que manejan conceptos ambiguos y confusos, y que por ello son rechazados prematura y burlonamente por aquellos que mayor provecho podrían obtener de ellas. Pero como hemos expuesto anteriormente, esto es producto de prejuicios infantiles arrastrados desde hace siglos producto de la lucha caprichosa e irracional que sostienen la Ciencia y la Religión por ocupar espacios de Poder en la sociedad humana. Considero también que esto mismo se extiende a otras áreas del quehacer humano y que nos llevaran irremediablemente a nuestra propia destrucción, como el deterioro de nuestro medio ambiente en un afán de incrementar el consumo compulsivo que sostenga nuestro actual sistema económico sin tener en cuenta que eso equivale a aserrar la rama en la que estamos sentados. Aún así, prevalece en mi la esperanza de que un día despertemos como seres verdaderamente adultos y podamos revertir estas cosas antes de lograr nuestro completo exterminio. Quizá recién entonces podamos reconocernos certeramente como seres inteligentes.

otrasdimensionesMucho hay, pues, que recorrer todavía en el camino que nos lleve a la plena consciencia. Muchos son los frentes a abordar, y complejas y quizá dolorosas las decisiones que debamos tomar para lograrla. Nada hay tan doloroso como la desilusión para una mente infantil como la que prevalece aún en el ser humano en el mundo aparentemente racional en que vivimos. Pese a eso, vemos día a día como las fabulosas imágenes del paraíso de prosperidad infinita que nos hemos creado se derrumban ante la evidencia clara que la realidad nos muestra. Crecer no es algo que hacemos con gozosa alegría, sino un padecer la desaparición de nuestras infantiles fantasías. Crecer es un asumir la responsabilidad del estar vivos en un Universo que creamos y recreamos a cada instante. Lo bueno es que del equivocarnos es como aprendemos. Lo bueno es que en cada camino hacia la verdad que emprendemos descubrimos algo nuevo, aunque esos caminos nos parezcan inicialmente erróneos y enteramente equivocados. La verdad última es un rompecabezas del que, en el mejor de los casos, solo logramos vislumbrar alguna de sus innumerables piezas que juntaremos con otras descubiertas por quienes nos precedieron. Quizá algún día intuyamos esa imagen de conjunto y comience a vislumbrarse un todo maravilloso y coherente, pero cuando ese día finalmente llegue sabremos que el fin de los tiempos estará llegando.