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PC´s de Voluntarios en todo el Mundo Mapean Nuestra Galaxia

PC´s de Voluntarios en todo el Mundo Mapean Nuestra Galaxia
En este mismo momento, decenas de miles de ordenadores personales en muchas partes del mundo están trabajando juntos de forma silenciosa para resolver los misterios más grandes y más básicos de nuestra galaxia.

Los dueños de esos ordenadores domésticos, voluntarios entusiastas de la ciencia, están donando la potencia de computación de máquinas de todo tipo, desde viejos ordenadores de escritorio de una década atrás, hasta nuevos y elegantes netbooks, para ayudar a los informáticos y a los astrónomos del Instituto Politécnico Rensselaer a cartografiar con gran exactitud la forma de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

Recientemente, la potencia de computación recogida de estos humildes equipos hogareños ha rebasado un petaflop, una velocidad de cálculo que supera a la de la segunda supercomputadora más rápida del mundo. La computación distribuida, o colectiva, demuestra su magnífico potencial.

El proyecto, MilkyWay@Home, utiliza la plataforma BOINC (Infraestructura Abierta de Berkeley para Computación en Red), que es ampliamente conocida por el proyecto SETI@home, el cual la utiliza para buscar señales de vida extraterrestre inteligente. Hoy en día, MilkyWay@Home ha sobrepasado incluso a ese famoso proyecto en términos de velocidad, convirtiéndose en el proyecto de computación más rápido en la plataforma BOINC y, tal vez, en el segundo programa público más rápido en operación de computación distribuida.

El equipo interdisciplinario que está detrás de MilkyWay@Home comenzó el desarrollo formal de esta iniciativa bajo la plataforma BOINC en Julio de 2006, y ha trabajado incansablemente para construir una base de voluntarios desde cero, de la que obtener su potencia de cálculo.

Cada usuario que participa en el proyecto registra su ordenador y ofrece un porcentaje de la potencia de su máquina para dedicarlo a los cálculos relacionados con el proyecto. Para el proyecto MilkyWay@Home esto significa que cada ordenador personal está usando datos obtenidos sobre una sección muy pequeña de la galaxia, para confeccionar el mapa de su forma, densidad y movimiento.

El proyecto de computación galáctico tuvo comienzos muy humildes, tal como recuerda Heidi Newberg, profesora de física, física aplicada y astronomía en el Instituto Politécnico Rensselaer. Su investigación personal para mapear la distribución tridimensional de las estrellas y la materia en la Vía Láctea no pudo encontrar un modelo apropiado para cartografiar ni siquiera una pequeña sección en un tiempo razonable.

"Trabajando con la plataforma de MilkyWay@Home, ahora tengo la oportunidad de utilizar un recurso computacional masivo que no podría tener sólo como investigadora de la facultad", subraya Newberg.