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"Gran Hermano" rumbo a Marte con 4 europeos

Las agencias espaciales rusa y europea (ESA) han acordado financiar y desarrollar en 2009 un programa de convivencia humana entre las paredes de una estación espacial claustrofóbica que simulará un viaje a Marte. Hoy se han presentado los cuatro europeos -tres franceses y un alemán- elegidos para participar en esta especie de 'Gran Hermano' marciano, tras pasar por un duro proceso de selección en el que participaron 5.600 aspirantes.

Dos terminarán alojándose en el módulo virtual junto a cuatro 'cobayas' rusos. Y, como ellos, no podrán abandonar la instalación durante los 520 días del programa.

Se trata de una experiencia más sociológica que estrictamente espacial. De hecho, los 'astronautas' de semejante 'reality' van a encerrarse durante casi dos años en condiciones de gravedad normales, constreñidos a la autosuficiencia y desprovistos del desahogo de las misiones exteriores.

"En efecto, nunca hemos pretendido reproducir las condiciones ambientales de Marte ni recrear el viaje como tal. Queremos ver cómo es la convivencia y cómo se desenvuelven seis personas en unos pocos metros cuadrados. Antes de viajar definitivamente al planeta rojo, quizá de aquí a 20 años, es necesaria la capacidad de reacción en condiciones tan extremas", explica Simonetta de Pippo en nombre de la ESA.

Marte se encuentra a 60 millones de kilómetros. Mucho más lejos que Moscú, donde se ha situado el escenario del experimento con todos los recursos y los síntomas de un programa de televisión espectacular.

Los seis concursantes serán observados y estudiados como ratones las 24 horas del día. Ocho están concebidas para el trabajo virtual -deberes técnicos, simulación de problemas espaciales-, otras ocho se dedican al sueño y las restantes corresponden al tiempo de ocio y esparcimiento.

Algunos de los candidatos visitan la entrada de la instalación donde realizará la simulación del viaje a Marte en Moscú. (Foto: ESA)
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Algunos de los candidatos visitan la entrada de la instalación donde realizará la simulación del viaje a Marte en Moscú. (Foto: ESA)

"Me inscribí a este programa porque es un desafío personal y porque estoy seguro de que el porvenir de la humanidad se halla en otros planetas", explica Cyrille Fournier en la sede parisina de la ESA.

Tiene 40 años, es francés, trabaja como piloto comercial, le gusta el ajedrez, acaba de ennoviarse y ha superado las pruebas de selección. No sólo por sus habilidades técnicas y conocimiento científico. También porque se buscaban candidatos robustos, cosmonautas emocionalmente estables, sujetos motivados y tripulantes con espíritu de grupo.

¿El premio? Cada uno de los participantes cobrará 54.000 euros por los 520 días de aislamiento -el proyecto empieza en el último trimestre de 2009- y otros 14.000 en razón de los 105 días de aislamiento total que se han programado el próximo mes de marzo a título preparatorio.

"Me gustan las situaciones fuertes y me atrae el aprendizaje", razona Oliver Knickel. Es el más joven del cuarteto (28 años), aunque su expediente ya destaca porque se ha formado en la aviación militar germana, se gana la vida como paracaidista y se la ha jugado en Afganistán.

La comunicación de los concursantes con el exterior se realizará con 20 minutos de retraso -el tiempo de respuesta que separa los dos planetas- y tendrán que arreglárselas entre ellos para resolver las emergencias sanitarias, las crisis nerviosas y la tradicional morriña galáctica.

Es el gran ensayo general de la aventura marciana. Bien lo saben Cedric Mabillote (34 años) y Arc'hanmael Gaillard (32), los otros dos aspirantes preseleccionados para la ratonera moscovita con la mirada puesta en el cielo.