El Universo primitivo tenía menos dimensiones de las que conocemos
La hipótesis de las dimensiones que desaparecen predice que, en energías y temperaturas extremadamente altas, las tres dimensiones del espacio que nos son familiares se reducen a dos, o incluso se desvanecen. Según esta hipótesis, poco después del Big Bang, el Universo, que ardía en altísimas temperaturas, tenía solo una dimensión del espacio y otra del tiempo. Era una línea recta. A medida que el cosmos comenzó a enfriarse, apareció una segunda dimensión del espacio -como si fuera un plano-. Después, el Universo siguió expandiéndose y enfriándose aún más, hasta que apareció la tercera dimensión y el cosmos se convirtió en el que conocemos hoy en día.
Cuarta dimensión
Pero los investigadores creen que, en realidad, el Universo podría tener una cuarta dimensión espacial que no somos capaces de experimentar. A su juicio, la aparición de esa cuarta dimensión podría haber generado la energía extra necesaria para la expansión del Universo, un impulso que se descubrió en 1998 y que se considera provocado por una misteriosa energía oscura.
Stojkovic y Mureika creen que el futuro observatorio espacial LISA de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), que estudiará las ondas gravitatorias, podrá confirmar su teoría. La sonda investigará si la hipótesis de los dos investigadores es posible, pero el trabajo llevará años. La propuesta, totalmente teórica, resulta inquietante de cara al futuro, ya que deja la puerta abierta a que aparezcan nuevas dimensiones desconocidas. La investigación se relaciona con la Teoría de las Cuerdas, que predice que podría haber nuevas dimensiones ocultas.